
Si sientes que tu pelo no crece, tengo una noticia buena y otra regular.
La buena: tu cabello rizado y afro sí está creciendo. La regular: se rompe al mismo ritmo que crece, lo que impide la retención de longitud y provoca rotura del cabello rizado.
El daño capilar actúa como una barrera invisible: no ves progreso porque el pelo no llega a acumular longitud. La clave no es eliminar el daño (eso es imposible), sino reducirlo al máximo.
Vamos a ver los 4 grandes tipos de daño que afectan al cabello rizado y afro, y cómo prevenirlos desde una rutina compatible con el Método Curly (sin dogmas ni heroicidades).
1. Daño por manipulación: menos es más (mucho más)
Cada vez que peinas, desenredas o colocas tu cabello rizado, generas daño capilar y aumentas la probabilidad de rotura del cabello rizado.
Esto es especialmente crítico en cabellos más frágiles o con patrones muy cerrados, donde el rizo tiene más puntos de debilidad naturales.
> Señal clara: si hay rotura, no estás siendo lo suficientemente suave, aunque te parezca que sí.
¿Cómo reducir este daño?
- Disminuye la frecuencia de peinado y estilizado.
- Prioriza estilos protectores o de baja manipulación la mayor parte del tiempo.
- Sustituye peines y cepillos por desenredado con dedos, cuando sea posible.
- Mantén los peinados varios días o incluso semanas si tu estilo de vida lo permite.
No todas las personas necesitan llevar el mismo tipo de rutina; escucha a tu pelo, no a Instagram.

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2. Sequedad: el enemigo silencioso del rizo
Un cabello seco no retiene longitud y se rompe fácilmente. Una rutina de hidratación para cabello rizado es clave para prevenir daños y puntas abiertas.
Uno de los errores más comunes es confundir hidratar con sellar. No son lo mismo.
¿Qué es realmente hidratar?
Un hidratante es agua o un producto base agua. Los aceites y mantecas no hidratan, solo ayudan a retener esa hidratación.
La secuencia correcta es:
- Aportar agua (spray, mist o producto acuoso).
- Sellar esa humedad con un aceite o manteca si tu cabello lo necesita.
Puntos clave:
- Hidrata todo el cabello, pero presta especial atención a las puntas, que son la parte más vieja y frágil.
- Ajusta la frecuencia según tu pelo: diario, días alternos o semanal.
- El mejor indicador no es el calendario, sino el tacto y el aspecto del cabello.
- Un rizo hidratado se estira, rebota y resiste. Uno seco se parte sin avisar.
3. Daño por calor: bonito hoy, problema mañana
El calor estira, define y deja acabados espectaculares. Pero también:
- Elimina humedad interna.
- Aumenta la fragilidad.
- Puede alterar el patrón de rizo de forma permanente.
¿Significa que nunca puedes usar calor? No. Significa que no puede ser un hábito.
Recomendaciones realistas:
- Limita el uso de calor a ocasiones puntuales.
- Espacia su uso al menos 2 o 3 semanas.
- Cuanto más puedas alargar ese intervalo, mejor.
Existen alternativas sin calor para estirar el rizo: trenzas, twists, banding… No son instantáneas, pero tu pelo lo agradece a largo plazo.
Un reto interesante: prueba 6 meses sin calor y observa el cambio en salud y resistencia.
4. Daño químico: estructura alterada, rutina más exigente
Cualquier proceso químico que cambie la estructura del cabello genera daño. No es una opinión, es física.
Durante una transición entre texturas, el punto donde se encuentran ambas fibras es especialmente débil, lo que explica muchas roturas “misteriosas”.
Limitar el uso de calor frecuente ayuda a mantener la salud del cabello rizado y mejora la retención de longitud.
Procesos químicos como coloración o relajantes aumentan el daño capilar y requieren mayor cuidado del cabello rizado.
¿Qué tener en cuenta?
- Refuerza el uso de estilos protectores.
- Evita el calor durante la transición.
- Prioriza hidratación y acondicionamiento constante.
- Recorta progresivamente las zonas más debilitadas.
En el caso de coloraciones, sobre todo si aclaran el cabello, la exigencia de la rutina aumenta: más hidratación, más cuidado y cero improvisación.
¿Qué esperar? ¿Y qué no?
El cuidado capilar no funciona por acumulación de productos, sino por constancia de hábitos.
No puedes:
- Usar calor a diario.
- Manipular el pelo sin piedad.
- Hidratar “cuando te acuerdas”.
Y aun así esperar resultados.
Dale a tu cabello varios meses de rutina coherente para notar cambios reales. La salud capilar es lenta, pero muy agradecida.
Preguntas frecuentes
¿Por qué el cabello rizado no parece crecer?
Porque el cabello se rompe al mismo ritmo que crece debido a la manipulación excesiva, sequedad, calor o procesos químicos
¿Qué causa más rotura en el cabello rizado?
La manipulación frecuente, falta de hidratación real, calor constante y procesos químicos son las causas principales de rotura del cabello rizado.
Una rutina constante de baja manipulación, buena hidratación y mínimo calor resuelve la mayoría de problemas de rotura en cabello rizado y afro.
¿Se puede eliminar completamente el daño capilar?
No, pero sí se puede reducir significativamente con una rutina constante de baja manipulación, hidratación adecuada y mínimo calor.
Idea clave para llevarte a casa:
Una rutina constante de baja manipulación, buena hidratación y mínimo calor resuelve la mayoría de problemas de rotura en cabello rizado y afro.
Y hasta aquí la publicación de hoy. Como ves, no es magia. Es más el tratar con respeto a la fibra capilar que otra cosa.
Seguimos hablando la próxima semana.
Abrazoo.
Roy.
> PD – Si sientes que haces “todo bien” y aun así tu pelo se rompe, revisa lo básico: cuántas veces lo tocas, cuánta agua recibe de verdad y cuánto calor entra en la ecuación. En cabello rizado, casi siempre el problema no es lo que falta… sino lo que sobra.

Roy Rizan
Experto en rizos