
¿Quitaste el bidet en su día, y ahora lo echas de menos? ¡Ay, amigo! Así nos hemos sentido en casa durante algún tiempo. Pero hemos encontrado un sustituto muy digno. ¡Un kit de grifo bidet para WC para hacer duchas higiénicas! Este inventazo lleva años triunfando en Asia y que ahora empieza a colarse, sigilosamente pero con determinación, en nuestros baños occidentales.
¿Y por qué está ganando tantos adeptos? Pues porque es cómodo, discreto, barato, ecológico y, lo mejor de todo: se instala en un plis sin necesidad de meterte en obras ni de volverte loco con fontaneros.
Prepárate, que te voy a contar por qué la ducha higiénica (A.K.A. grifo para el inodoro) es lo mejor que le ha pasado a tu trasero desde que inventaron el papel de triple capa.
¿Qué es una ducha higiénica?
Se llama ducha higiénica, grifo bidet, grifo de limpieza íntima o incluso “shattaf” si te pones internacional. Es un pequeño dispositivo (muy parecido a una alcachofa de ducha de mano) que se instala justo al lado de la taza del váter.
Se conecta a la misma toma de agua de la cisterna y te permite realizar la higiene íntima de forma fácil, rápida y eficaz… sin tener que levantarte del asiento.
> Mi humilde opinión sobre el kit que he instalado
En casa nos decidimos por un kit que encontramos de oferta en Amazon. Nos convenció que la válvula doble era horizontal y quedaba instalada de forma paralela a la pared. Creo que se aprovecha mejor el espacio y se ve menos también. En otros modelos las válvulas van en línea y sobresale demasiado.
Por otro lado, el grifo para el váter incluye un accesorio para colocar el pulverizador sin necesidad de taladrar ni de pegar nada. Se levanta la tapa de la cisterna, se coloca ahí, y listo. Se tarda entre poco y nada en instalar. Lo más complicado puede ser desenroscar la válvula antigua. Pero con un poco de paciencia y maña, lo tienes.
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Kit ducha higiénica con válvula doble
Ventajas de la ducha higiénica para WC
Te adelanto que son unas cuantas. Pero para que veas por qué cada vez más personas se animan a instalar una ducha higiénica, aquí va un repaso rápido a sus bondades:
1. Más espacio en el baño
El bidet ocupa lo suyo. Si tienes un baño pequeño, quitarlo te puede liberar hasta 0,3 m³. Es decir: más sitio para guardar toallas, tu arsenal para el Método Curly, más amplitud visual o simplemente más hueco para respirar.
2. Instalación sin obras
Ni albañiles, ni reformas, ni presupuesto astronómico. Se conecta a la misma toma de agua que la cisterna del inodoro, y en menos de una hora puedes tenerla funcionando. Fácil, rápido y sin dolor.
3. Ahorro de agua (y de papel)
No hay que llenar nada. Solo se abre el grifo, se apunta, se limpia y listo. Además, como limpia con agua, puedes reducir muchísimo el uso de papel higiénico, lo que es un alivio para tu bolsillo y para el planeta. ¡Eso sí! Apunta bien. Un mal manguerazo y puede aparecer un Jackson Pollock en tu pared. No es broma. 🙂
4. Mucho más cómodo
Sin cambiar de asiento, sin malabares. Gracias al flexo y al mango ergonómico, puedes dirigir el chorro fácilmente. Algunos modelos incluso tienen 2 modos: aireador y pulverizador. Con un solo clic, cambias de función.
5. Bonita y discreta
Nada que ver con esos aparatos enormes y blanquecinos. Las duchas higiénicas actuales son minimalistas, de acero inoxidable, y se integran perfectamente en cualquier estilo de baño.
6. Multiusos
¿Quién dijo que solo sirve para la higiene íntima? Puedes usarla para limpiar el váter, llenar el cubo de la fregona o incluso bañar a tu mascota si se deja. En serio, es una maravilla multiusos.
¿Y si estoy reformando el baño?
Si te estás metiendo en una reforma completa y ya tenías bidet, este es el momento perfecto para pasarte a la ducha higiénica. Puedes incluso aprovechar la salida de agua caliente del antiguo bidet y optar por un modelo con monomando que regule la temperatura. Que también los hay.
Y de paso, liberas espacio para otras cosas útiles: una ducha más grande, un mueble extra o, si eres de los míos, un segundo lavabo para que no haya peleas mañaneras.
¿Ducha higiénica o bidet? El veredicto final
Si te preguntas qué es mejor, el bidet o la ducha higiénica, te proponemos esto: piensa para qué usas realmente el bidet. ¿Te sientas ahí todos los días o simplemente lo usas de perchero ocasional?
La ducha higiénica hace más o menos lo mismo (o más), ocupa menos, cuesta menos, consume menos y además es infinitamente más moderna. Así que, si buscas comodidad, higiene y un toque eco-friendly, ya sabes: dale la bienvenida a tu nuevo mejor amigo de baño.
Pásate a la ducha higiénica (tu trasero lo agradecerá)
Lo sabemos: suena raro hablar de grifos para el culete. Pero créenos, una vez que pruebas la ducha higiénica, no hay vuelta atrás. Es uno de esos pequeños cambios que mejoran tu calidad de vida sin complicaciones.
- ¿Tienes 5 minutos y una toma de agua cerca del WC? Pues ya tienes ducha.
- ¿Quieres ahorrar papel, agua y espacio? Aquí está la solución.
- ¿Te gusta la limpieza y el diseño bonito? Aún más motivos.
Así que ya sabes: pásate a la ducha higiénica. Es cómoda, práctica y elegante. ¡Y además tu baño parecerá más grande!
Y hasta aquí el artículo de hoy. Hacía tiempo que no escribía en la sección de off topic y me apetecía bastante. Espero que te haya resultado de utilidad, y ya sabes… La próxima semana más, y mejor.
¡Abrazooo!
Roy.
> PD – Olvídate de las toallitas húmedas, que son un desastre para el planeta, y pásate a las duchas higiénicas. Más ecológicas, más eficientes y, además, ¡mucho más placenteras!