Hoy si que me salgo del tiesto totalmente. Pero es que sentía que tenía que aportar mi granito de arena para fortalecer un poco esa fragilidad masculina generalizada. Sin paños calientes. Hoy he tenido mi primera visita al urólogo. Oh my god! 🙂 Estaba un poco nervioso porque no sabía exactamente lo que me iba a encontrar. Y mientras esperaba en la sala de espera me percaté que la gran mayoría de los pacientes eran ya señores avanzada edad, y eso me descolocó un poco más si cabe.
Después de un ratete largo. Al fin llegó mi turno. (Por si os lo preguntáis, fui através de la Seguridad Social). El urólogo que me atendió fue increíblemente amable y simpático. El ambiente y la charleta desenfadada me hizo sentir más cómodo durante la consulta. Cosa que agradecí un montón.
Mi principal motivo para visitarlo era informarme sobre la vasectomía. Había escuchado muchas cosas sobre este procedimiento y tenía curiosidad por saber más. El urólogo me habló con sinceridad y me dijo que, si bien la vasectomía no es tan fácil como algunos la pintan, la mayoría de los pacientes la sobrellevan bastante bien.
Me explicó que la intervención puede ser un poco dolorosa y molesta, pero que por lo general, los pacientes logran manejarlo. También mencionó que, como con cualquier procedimiento médico, hay ciertos riesgos de complicaciones. Aunque estos riesgos son bajos, es importante tenerlos en cuenta. Me habló algo llamado dolor crónico de testículos como una de las posibles consecuencias de la vasectomía. ¡Suena horrible! Y al parecer 7 de cada 100 vasectomizados puede llegar a sufrirlo.
Después de la conversación, llegó el momento de la evaluación física. La parte de la consulta más temida y que muchos imaginamos como incómoda, fue sorprendentemente rápida y sencilla. Simplemente me tumbé en la camilla, me bajé los pantalones y, en menos de 20 segundos, ya me estaba vistiendo de nuevo. Fue una experiencia rápida y sin complicaciones, lo cual creo que hizo que desbloqueara un pequeño logro mental. 🙂
En general, la experiencia fue muy buena. Menos traumática de lo que esperaba y quedándome con la sensación de que el urólogo era un buen profesional y que me había informado estupendamente bien.
Para terminar, simplemente comentar que escribo estas líneas porque me he percatado de que no muchas experiencias reales en internet sobre las visitas al urólogo. Y quizás, esta breve publicación, pueda ser de utilidad a futuras mentes inquietas que buscan información como locos para paliar la desazón antes de la temida consulta. 🙂
Ya os contaré más detalles si vuelvo por allí.
> Consejos para la primera visita al urólogo
- Si estás nervioso, intenta relajarte. El urólogo es un profesional que está acostumbrado a tratar con hombres de todas las edades.
- No tengas miedo de hacer preguntas. El urólogo está ahí para ayudarte y responder a todas tus dudas.
- Si tienes algún problema o molestia, no dudes en comunicárselo al urólogo.
Si decido seguir adelante con la vasectomía, seguramente compartiré más detalles sobre mi experiencia por aquí. Por ahora, simplemente decir que no hay razón para sentir miedo o vergüenza al charlar sobre estos temas.
Seguimos hablando en breve.
Roy.